GOODVIBES HEALTH
Las básculas inteligentes para sentirte bien
- La báscula inteligente que te aporta bienestar con su intuitiva aplicación que te ayudará a controlar tu salud con sus 14 medidas corporales
- Visualiza facilmente tu progreso gracias a una aplicación gratuita y sencilla conectada a la báscula
- Con opción a establecer objetivos de peso y grasa corporal para ayudarte a conseguir resultados positivos
- El único límite es la memoria de tu Smartphone, esta báscula conectada es perfecta para mantenerte en forma con familia y amigos
- Sincroniza tu aplicación con Google Fit, Apple Health y Fitbit para mayor comodidad
- Báscula de baño digital con una gran pantalla y dígitos de 23 mm
- Gran plataforma de vidrio con un práctico diseño y dimensiones perfectas (32 cm x 32 cm)
- Cable USB incluido Ver más
-
124,99 €


La báscula inteligente para sentirte bien: encuentra tu versión más positiva
Contenido
Compara nuestro productos
CONTROL DEL CUERPO Y DE PESO | |
Medición de grasa corporal en kg | |
Medición de grasa corporal en kg | |
CARACTERÍSTICAS INTELIGENTES | |
Usuarios | |
Usuarios | Ilimitados |
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS | |
Capacidad | |
Capacidad | 180kg |
Graduación | |
Graduación | 50g |
Pantalla LED retroiluminada | |
Pantalla LED retroiluminada | |
Plataforma de pesado | |
Plataforma de pesado | Vidrio templado |
Colores | |
Colores | Negro |
Otros | |
Otros | 14 indicadores de medidas corporales, plataforma de 32 x 32 cm y sensores ITO |
Producto conectado | |
Producto conectado | |
Longitud del cable de alimentación | |
Longitud del cable de alimentación | 1m |
Incluye accesorios adicionales | |
Incluye accesorios adicionales | Cable USB |
124,99 €
En stock
|
¡Tu salud es mucho más que un número! Nuestras básculas digitales conectadas han sido diseñadas para ayudarte a alcanzar tus metas, sin importar cuáles sean. Tanto si buscas ganar masa muscular, tonificar tu figura o, simplemente, adoptar un estilo de vida más saludable, nuestras 14 medidas corporales te ofrecen un amplio abanico de posibilidades para seguir tu progreso. Está todo pensado para echarte una mano: funciones inteligentes que simplifican el pesaje diario y te mantienen al tanto de las últimas tendencias de salud.
Empezar nunca había sido tan fácil
Todo lo que necesitas para empezar y sacar el máximo rendimiento a tu báscula conectada día tras día.
Empieza con tu báscula conectada
Sincronización con la aplicación Goodvibes
Empieza a pesarte
Todo lo que necesitas saber para hacer un seguimiento a tu peso y acceder a otros indicadores disponibles en la aplicación.
Consulta el tutorial en video
Accesorios, piezas de recambio
Aviso y garantía
Puedes encontrar y descargar aquí los documentos relacionados con el uso de tu producto Rowenta
Preguntas frecuentes
Encuentra las respuestas a nuestras preguntas más frecuentes aquí:
Para controlar tu progreso.
Mide la masa total del cuerpo en kilos y gramos. Es la única medida corporal que recordamos al pie de la letra, como si fuera un logro deportivo. Recordamos nuestro peso ideal y tratamos de recuperarlo, de volver a él. ¡No te obsesiones!
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Utilizando las demás medidas corporales.
Su utilidad principal consiste en afinar el resultado para matizar tu evolución y que tengas una visión más exacta de tu corpulencia. El primer objetivo que nos ponemos es siempre el del peso, pero no es algo que veamos bajar rápidamente. Las otras medidas del cuerpo compensarán esta frustración mostrando un progreso más rápido.
¿Qué puedo hacer?
Ser lo más indulgente posible.
No debes desanimarte antes de tiempo. Establece una tendencia positiva en lugar de un objetivo demasiado alto: no puedes volver al peso que tenías a los doce años si tienes veinte ni al peso que tenías a los veinte si ahora tienes cuarenta. Reconocerlo no es lo mismo que renunciar. Pasa a la acción, pero no malgastes tu vida luchando contra el peso.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Sin ir demasiado rápido.
No te peses todos los días. Si lo haces, el más mínimo aumento te desanimará. Pésate preferiblemente por la mañana con el estómago vacío. El peso varía en función de las estaciones, las horas y las etapas de la vida. Compara el resultado con las demás mediciones corporales.

¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Demostrándote que te quieres.
El equilibrio está entre la nevera y el gimnasio, y es un proceso a largo plazo. Adapta la ingesta de alimentos y corrige los excesos en función del esfuerzo, el tiempo y la época del año: ¿llevas una vida sedentaria?, ¿haces deporte?, ¿hace frío o hay un ola de calor?, ¿tienes una comida de celebración con la familia o los amigos? Prepara los platos con arreglo a tus necesidades reales.
Para saber dónde estás.
El índice de grasa corporal (IGC) mide la cantidad de grasa de todo el cuerpo como un porcentaje del peso total. Depende enormemente del sexo: los hombres y las mujeres no tienen las mismas necesidades. Es el resultado de los tiempos prehistóricos, en los que el cuerpo acumulaba reservas en previsión de épocas de hambruna o de los embarazos.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Manteniéndolo controlado.
Esta es la medida del cuerpo que debe controlarse y compararse con las demás. Cuando el peso total empiece a disminuir, comprueba que estás perdiendo grasa en lugar de agua o músculo, y que el valor se mantiene en el rango medio para no alterar las funciones del cuerpo.

¿Qué puedo hacer?
Apostar por el futuro.
Tener demasiada grasa puede ser perjudicial para la salud, pero tener demasiado poca no es mucho mejor. Reducir la grasa puede minimizar o prevenir afecciones, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Consiguiendo que el resultado sea positivo.
Recuerda que la grasa corporal es esencial para ciertas funciones vitales del cuerpo: regulación de la temperatura, absorción de vitaminas liposolubles, protección de los órganos vitales, equilibrio hormonal y mantenimiento de los ciclos hormonales. Elimina solo lo que te sobra y acepta las curvas naturales de tu cuerpo de buen grado.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Reforzando tu propia imagen.
Existe el riesgo de que esta medida corporal se convierta en una obsesión. Sería una lástima. Ajustar el exceso de grasa y azúcar de las comidas y realizar actividad física regularmente te ayudará a equilibrar el consumo y el gasto de energía. Esta es la clave para que la pérdida de peso se prolongue en el tiempo.
Sirve como punto de partida
El IMC calcula la relación entre el peso y la altura, y proporciona una estimación del peso corporal que sirve de referencia. Sin embargo, los datos se calculan con arreglo a una media estándar. ¡Y tú no eres una media! Estos datos sirven como advertencia: si el IMC es demasiado alto, debes hacer algo o buscar ayuda para mantenerte en los valores adecuados.

¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Midiéndote la cintura.
Los kilos y los centímetros no nos cuentan toda la historia: un jugador de rugby corpulento tendrá un IMC elevado debido a su masa muscular. Ten en cuenta las demás medidas corporales de la báscula y mide la cintura: si sobrepasa los 80 cm en una mujer o los 94 cm en un hombre, no dudes en hablarlo con el médico para que cuide de tu salud.
¿Qué puedo hacer?
Usarla bien.
Esta medida corporal no se mueve demasiado. Es necesario experimentar un gran cambio de peso para que varíe. Sin embargo, sí te indica si debes tener cuidado o no, y te ayuda a fijar un objetivo de salud junto con los objetivos de pérdida de peso. También te dirá si has tenido éxito cuando estés en la línea de meta.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Olvidándote de esta medida.
El IMC no es una prioridad. Es difícil mejorarlo rápidamente. Sabes que tu cuerpo no cambiará de la noche a la mañana. Incluso es peligroso ir demasiado rápido. Es muy posible que el resultado mejore cuando hayas recuperado el equilibrio.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Con una buena dosis de paciencia.
No caigas en la tentación de comprobar todos los días el IMC con respecto a otras medidas del cuerpo. Una vez a la semana es suficiente. Será más estimulante ver que los valores varían, aunque sea ligeramente; sobre todo, al principio. La impaciencia no ayuda: si mantienes un control demasiado estricto, la falta de progreso te desanimará rápidamente.
No te exijas demasiado. Todos necesitamos perder más o menos peso y tenemos un objetivo en nuestra cabeza que se basa directamente en la imagen que nos devuelve el espejo. No te desanimes estableciendo un objetivo inalcanzable: ve paso a paso. Para que tus esfuerzos tengan un efecto duradero, deben consolidarse a lo largo del tiempo. Intenta cambiar tus hábitos alimentarios desde el principio para que puedas mantenerlos en el futuro y asentar los resultados. Lo mejor es que empieces lo antes posible a equilibrar el gasto físico y la ingesta de alimentos en cada comida, sin privarte de pequeños placeres que te ayudarán a seguir adelante.
Todo es cuestión de cintura.
Medir la grasa oculta que rodea los órganos del abdomen nos permite controlar y limitar su crecimiento. Si hay mucha, se traduce en kilos de más, inflamación y, a largo plazo, riesgo de desarrollar hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Es fácil pasarse de la raya.
Con un intervalo de 0 a 20, si la báscula te da una puntuación inferior o igual a 6 es buena, entre 7 y 11 es aceptable, 14 es alta y 15, demasiado alta. ¿Tienes exceso de grasa visceral? Se trata de una medida corporal muy buena para medir un problema que no tiene por qué traducirse inmediatamente en centímetros extra. De esta modo, podrás prevenir los riesgos y actuar para reducirlos rápidamente.

¿Qué puedo hacer?
Mantener un férreo control.
Esta es la segunda medida más importante después del peso. En cuanto tu cintura supere los 80 cm en el caso de las mujeres o los 94 cm en el caso de los hombres, es decir, en cuanto tengas que aflojar el cinturón o los botones de la chaqueta porque te aprieten en el vientre, deberás reajustar la alimentación y reducir la ingesta.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Evitando el azúcar.
El primer paso que debes tomar es reducir la ingesta de azúcar, especialmente el azúcar refinado. Una puntuación de grasa visceral demasiado alta significa que las zonas de almacenamiento están llenas y que la resistencia a la insulina puede estar a la vuelta de la esquina. Para hacerlo mejor, añade a tus platos alimentos crujientes que tengan volumen y sabor, y reduce el azúcar.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Apostando por la fibra.
Toma precauciones y mejora tu figura adoptando buenos hábitos a largo plazo con un nivel de placer y disfrute suficiente que te permita seguir adelante. Añade de forma sistemática la fibra de tus frutas, verduras y cereales favoritos a todas las comidas para limitar la absorción de grasas.
Para ver aquello que has estado tratando de evitar.
Cartucheras, celulitis, michelines... Lo llamemos como lo llamemos y sea cual sea la forma y el sitio en que se acumule, esta medida corporal permite que podamos examinar la grasa que nos molesta, la grasa visible, que está esparcida por todo el cuerpo, que se nota al tacto y que es antiestética. Esa grasa que nos gustaría hacer desaparecer como si usáramos Photoshop.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Probándote el traje de baño.
Este es el momento en el que la báscula explica las pequeñas curvas que ves en el espejo. También es una medida corporal que pone de relieve las injustas diferencias entre la forma del cuerpo de los hombres y de las mujeres.

¿Qué puedo hacer?
Haz que esas líneas se muevan.
La grasa subcutánea se almacena en los adipocitos, células de grasa que tienen la particularidad de reducirse cuando se ponen en marcha, pero que nunca desaparecen del todo una vez que se han asentado. En cuanto relajamos lo más mínimo la atención y el esfuerzo, se llenan de nuevo.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Tomando las riendas.
Moviliza los adipocitos, haz que se muevan masajeándolos justo después de hacer ejercicio o deporte para ablandarlos y romper los hoyuelos. Hidrata la piel después de ducharte y, si es posible, masajéala para alisarla. Este es el momento perfecto para llamar a un masajista profesional o probar a darte un masaje anticelulítico.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Desalojando la grasa.
No deberíamos comer platos llenos hasta arriba para evitar que las células de grasa se llenen y tengamos que pasar hambre después para hacerlas desparecer. Deberíamos prestar más atención al volumen y la densidad en lugar de a la cantidad. Podemos engañar la vista con alimentos ricos en agua y antioxidantes, y absorberlos con fibra. Da prioridad a las verduras y a la fruta, y limita los alimentos grasos y azucarados.
Para controlar tu progreso.
Es el verdadero marcador de la actividad física. Mide todos los músculos del cuerpo, junto con el agua que contienen, en relación con el peso total: los músculos lisos forman las paredes internas y los músculos estriados son los músculos motóricos. Su actividad, incluso en reposo, extrae energía del tejido graso.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Viendo si el índice aumenta.
Una tendencia ascendente indica que el proceso de adelgazamiento ha empezado, incluso aunque el peso no varíe, lo que puede resultar frustrante. Su variación regular mide la evolución de la masa muscular, que aumenta a expensas de la materia grasa. Esta medida demuestra que el esfuerzo está mereciendo la pena.
¿Qué puedo hacer?
Seguir así.
Cuanto más aumente el índice, más cambiarán los números. Cuando la masa muscular ha agotado los recursos de grasa disponibles en el cuerpo, busca energía en las proteínas del músculo, de ahí la importancia de mantener una ingesta suficiente de energía y proteínas. Ten cuidado, si pierdes peso demasiado rápido y la masa muscular también empieza a disminuir, se producirá un desequilibrio que habrá que vigilar.

¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Comportándote como un gran atleta.
Realiza actividad física con regularidad: consigue que el entrenamiento se convierta rápidamente en un buen estilo de vida y un hábito saludable. Acuérdate de rehidratarte y reparar el tejido muscular dañado con una dieta equilibrada de proteínas y carbohidratos. Y no te olvides de la fase más importante después del ejercicio: el descanso.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Equilibrando la comida.
Una porción equilibrada de proteínas servirá para reparar y fortalecer el tejido dañado. Conviene que sean proteínas de buena calidad orgánica (preferiblemente productos animales o una combinación adecuada de proteínas de origen vegetal, con un suplemento de vitamina B12). Debe acompañarse con una porción de carbohidratos, una fuente de energía para el esfuerzo que puede estar disponible de forma inmediata o liberarse lentamente con un efecto de larga duración.
Para saber si te estás secando.
El cuerpo de un adulto se compone de un 60 % de líquidos (sangre, linfa, agua celular, etc.), pero el cuerpo no fabrica su propia agua. Para que el cuerpo pueda recargarse, regular la temperatura y eliminar los desechos, debes beber agua. Si falta agua, el cuerpo estará deshidratado. Si hay demasiada, podemos sufrir retenciones o edemas.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Es una pista muy buena.
Comprueba que estás en el rango correcto. Cuando empieces a adelgazar, esta medida corporal también te dirá si solo has perdido agua en lugar de lo más importante: grasa corporal.

¿Qué puedo hacer?
Beber antes de que las células te lo pidan.
Lo mejor es beber agua. Sigue el ejemplo de los atletas: beben uno o dos sorbos de agua cada 15 o 20 minutos de esfuerzo. Nada tan sencillo como beber agua cada hora en pequeñas cantidades.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Vigilando el consumo de sal.
La sal facilita la retención de agua en las células. Y, cuando esto ocurre, las células no tienen lo que necesitan. Sea cual sea tu puntuación, es esencial que te rehidrates. La idea es restaurar el suministro de agua de forma constante durante todo el día.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Dándote un capricho.
Si encuentras el agua demasiado aburrida, prueba con diferentes bebidas: añade un poco de zumo de limón en el vaso o deja unas hojas de menta en la jarra. Consigue una botella que sea pequeña y fácil de transportar para que te ayude a perseverar en tu esfuerzo.
Para saber si tienes buenos huesos.
Esta medida corporal calcula el peso de tu esqueleto en relación con el peso total. Sin embargo, lo más importante es que pone de manifiesto las variaciones en la densidad ósea: esta densidad aumenta hasta los 30 años. A partir de ahí, depende de que se haga una buena ingesta de calcio y, sobre todo, de vitamina D, que ayuda a fijar el calcio a los huesos.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Es señal de una buena salud ósea.
El intervalo de esta medida es diferente para mujeres y hombres en función del peso. Si te encuentras en la parte inferior de la escala, habla con tu médico para hacerte un chequeo: es posible que necesites un suplemento de vitamina D.

¿Qué puedo hacer?
Vigilar tu alimentación.
La densidad ósea es la que determina la fuerza de tu estructura. Asegúrate de aportar todo lo necesario para no perder densidad: calcio para crear células óseas y vitamina D para metabolizar el calcio y fijarlo a los huesos. Uno no puede ir sin el otro.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Añadiendo los alimentos adecuados al plato.
Esta valiosa medida corporal cambia a lo largo de la vida. En nuestra dieta, necesitamos calcio (productos lácteos, verduras verdes, almendras, agua mineral, etc.) y vitamina D (pescado graso, yemas, etc.). Añade el potasio de las frutas y las verduras, el magnesio de las verduras verdes, el agua mineral... ¡y el chocolate!
¿Cómo puedo hacer que dure?
Date baños de sol.
Si pasas tiempo suficiente al sol, tu cuerpo sintetizará parte de la vitamina D que necesitas. Date un homenaje con pescado graso, verduras verdes, huevos, productos lácteos y agua mineral, y ten en cuenta que el exceso de alcohol, té o café impide que se absorba adecuadamente.
Para determinar cuáles son tus necesidades.
Es esencial para tomar conciencia, ya que proporciona una medida en kilocalorías (kcal) de la cantidad de energía que el cuerpo necesita para funcionar adecuadamente en reposo, en función de la edad y el tamaño.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Adaptando el consumo al gasto.
Calcular el nivel de actividad física (NAF) te permite conocer tu necesidad total de energía; es decir, cuántas calorías necesitas realmente cada día. Es una buena forma de mantener el control.

¿Qué puedo hacer?
Comportarte como los grandes atletas.
El objetivo es fortalecer los músculos para mejorar el metabolismo basal: cuanto más masa muscular tengas, más energía gastarás en reposo.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Muévete con más fuerza.
A medida que aumentes la masa muscular, aumentarás el índice metabólico basal. Los grandes atletas descansan mucho y saben que su cuerpo se encarga de gastar energía durante la fase de recuperación.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Sigue entrenando.
La constancia es la clave. No se trata de entrenar solo para ganar un partido. Si consigues que la actividad física diaria se convierta en un hábito, lo tienes hecho.
Es la única edad que podemos cambiar en la vida.
Te dice si dentro de tu cuerpo las cosas actúan o no conforme a tu edad. No te estreses: no se nota por fuera. Si te hace sentir más joven, es una gran ventaja y puedes felicitarte por ello. Si te hace sentir un poco mayor, sigue nuestros consejos para recuperar tu edad real.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Esta edad no tardará años en cambiar.
El resultado se proporciona en años. Calcula el índice metabólico basal. Puede corresponderse con tu edad real o hacerte parecer más joven. Si, por el contrario, te hace sentir mayor, siempre puedes tomar medidas para corregirlo.

¿Qué puedo hacer?
Muévete para que no se note.
La actividad física regular y constante te ayudará a aumentar la masa muscular.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Controlando las medidas corporales que están relacionadas con la grasa.
Se calculan en función del peso y la estatura: si el peso disminuye, la grasa corporal, la grasa visceral y la grasa subcutánea también lo harán. Al mismo tiempo, la masa muscular aumentará... ¡y rejuvenecerás!
¿Cómo puedo hacer que dure?
Esforzándote en rejuvenecer.
Tanto si tu edad metabólica es similar a tu edad real como si no lo es, no cedas en tu esfuerzo y sigue fortaleciendo la masa muscular.
Para precisar las mediciones.
Determina la cantidad de masa corporal magra; es decir, el peso total del cuerpo sin materia grasa. El resultado determina tu forma física: representa el total de todo lo que te permite levantarte y moverte (músculos, huesos, etc., pero no la grasa).

¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Ahorrándote tiempo.
Esta medida corporal es muy amplia. Sus variaciones no son lo suficientemente significativas como para que merezca la pena controlarla, a menos que seas un corredor de maratón que se encuentra en mitad de una fase para quemar grasa antes de un evento. Ponte un horizonte a largo plazo antes de interesarte por los resultados.
¿Qué puedo hacer?
Sacar todo tu armamento.
Accede a tus reservas, pero ten cuidado de no agotarte tratando de gastarlas: reduce las otras medidas del cuerpo (porcentaje de grasa corporal y grasa visceral) tratando de encontrar un equilibrio global para tu cuerpo.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
¡Únete a la resistencia!
Deja de picar. Aumenta la cantidad de comida del plato añadiendo fibra y mejora su calidad con micronutrientes procedentes de las verduras y la fruta. Incorpora grasas buenas, como ácidos omega 3, y cualquier otra cosa que añada sabor y placer a la comida sin desequilibrarla. Si quieres picar, toma frutos secos.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Dándote tiempo para conseguirlo.
El rendimiento se consigue trabajando. Exige entrenar a diario a lo largo del tiempo: muévete más cada día; aumenta la velocidad cuando camines, vayas en bicicleta, subas y bajes escaleras, etc. En resumen, pon en movimiento esa masa corporal sin grasa y proporciónale los recursos que necesita para desarrollarse.
Para conocer tu potencia muscular.
Mide el tono de los músculos que pueden contraerse de forma voluntaria. Estos músculos están unidos a los huesos a través de los tendones y hacen posible la motricidad, los activamos de forma consciente y controlamos su esfuerzo: bíceps, tríceps, abdominales... Es una alegría verlos reaparecer cuando se reduce la grasa.

¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Mirándote en el espejo.
Es un marcador que varía muy despacio, así que no te obsesiones con él. Te sentirás mejor y conseguirás los primeros resultados visibles antes incluso de que se refleje en la báscula. Podrás constatar si tu esfuerzo se está viendo recompensado. Sentirás que está funcionando y sabrás que es verdad.
¿Qué puedo hacer?
Sal y haz ejercicio.
En cuanto empieces a ejercitar los músculos esqueléticos con actividad física regular y diaria, reducirás la grasa y adelgazarás. Los resultados se perciben de inmediato. Sube escaleras, camina, corre, monta en bicicleta o patinete, baila, haz saltos de trampolín... Aprovecha todas las oportunidades para moverte mientras te diviertes.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Aumentando la velocidad.
Tómatelo con calma, disfruta mientras sudas, pero, sobre todo, entrena con regularidad. Bájate del sofá, sube la música para sentir el ritmo y despierta tus dormidos músculos. Haz como todos los grandes atletas y esfuérzate un poquito más cada vez.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Pasando del esfuerzo al placer.
Si eliges bien tus actividades favoritas, moverte se convertirá en una necesidad diaria, un momento de verdadera relajación que disfrutarás haciéndolo con regularidad. Añade un sabroso manjar al efecto positivo de las endorfinas que se generan con el esfuerzo y pon algunas proteínas de calidad en el plato. ¡Porque tú lo vales!
Para completar la información.
Se trata de un porcentaje que se calcula a partir de las medidas corporales de la masa ósea y muscular, el agua, el peso, el sexo y la altura. Las proteínas tienen un papel fundamental en el desarrollo y la renovación del tejido muscular y de la piel. También inciden en la digestión, la oxigenación sanguínea y el sistema inmunológico.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Examinando lo que tienes en el tenedor.
Al igual que otras medidas, depende del sexo: debe estar entre 16 y 18 en el caso de los hombres y entre 14 y 16 en el caso de las mujeres. El intervalo es muy estrecho y, por tanto, varía muy poco. El cuerpo elimina el exceso de proteínas. No se pueden fabricar ni acumular. Por tanto, es necesario aportarlas a través de la dieta con su ingesta diaria.
¿Qué puedo hacer?
Garantizar la ingesta diaria.
Pon en el plato la cantidad justa de proteínas que tu cuerpo necesita una o dos veces al día: utiliza como referencia el tamaño equivalente a la palma de tu mano de carne o pescado, o dos huevos. Y, en el caso de los vegetarianos, elige una combinación de cereales, verduras y legumbres. Añade dos productos lácteos.

¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Creando más músculo.
Consumir proteínas es bueno, pero también es necesario estimular el tejido muscular a través de la actividad física regular. Este es el momento de imitar a los grandes atletas: el esfuerzo facilita la integración correcta de las proteínas, lo que fortalece aún más el músculo. Se trata de un ciclo muy positivo.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Evitando los excesos.
El cuerpo sabe cómo eliminar el exceso de proteínas, pero demasiada cantidad, como las de ciertas dietas o bebidas de alto contenido proteico, sobrecarga los riñones. Así que ten cuidado. Corres el riesgo de que, justo cuando querías hacerlo aún mejor, bajes el rendimiento.
Las medidas corporales se dividen en dos categorías:
• Las que cambian continuamente: el peso, la grasa corporal, la masa muscular, el agua del cuerpo y la frecuencia cardíaca. Estas medidas te ayudan a mantener el control. Vigila el agua: si tu cuerpo está deshidratado, el peso corporal te dará la falsa impresión de que has adelgazado.
• Las que varían poco o bastante despacio: el IMC, la edad metabólica, las proteínas, la masa ósea, la grasa subcutánea y visceral, la masa corporal sin grasa y los músculos esqueléticos. Al igual que antes, si deseas estabilizar el peso, debes asegurarte de que has perdido grasa corporal y no masa muscular.
Para conocer tu resistencia.
Mide el número de latidos por minuto, un buen indicador de la salud cardiovascular. Es el metrónomo del esfuerzo. En reposo, suele oscilar entre 60 y 80-90 latidos por minuto. Si tu ritmo cardíaco es inusualmente alto o bajo, deberías hablar con el médico.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Con un buen entrenamiento.
El ritmo cardíaco disminuye con la edad o con una actividad física regular. Cuanto más entrenes, más se reducirá. Sin embargo, un corazón que lata a 85-90 pulsaciones nunca bajará a 60. Es cuestión de genética: uno de los secretos del rendimiento de los grandes atletas es que tienen un ritmo cardíaco muy inferior a la media.

¿Qué puedo hacer?
¡No te dejes llevar!
El objetivo es reducir el ritmo cardíaco a través de una serie de acciones combinadas. Modera el consumo de estimulantes: té, café, alcohol... Deja de fumar y realiza actividad física, como caminar todos los días. Planifica el tiempo de descanso y recuperación para reducir la fatiga y controlar mejor el estrés.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Utilizando la báscula.
Estas básculas no hacen pruebas de esfuerzo, pero nos permiten comprobar el ritmo cardíaco en reposo. Cuando el ritmo se ve alterado en reposo, podemos estar ante una bradicardia si late demasiado despacio (menos de 50) o ante una taquicardia si late demasiado rápido (más de 100). En ese caso, es necesario consultar con un médico para determinar la causa.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Sin pasarte.
No todo el mundo puede tener el corazón de un campeón. No te quedes sin aliento cuando subas rápidamente las escaleras o una cuesta, por ejemplo. Mantén el control y no trates de aumentar tu rendimiento a cualquier precio si tu ritmo cardíaco natural es alto en reposo.

Después, sigue las instrucciones y súbete a la báscula.
Para asegurarte de que la báscula está conectada a la aplicación, comprueba que el símbolo de Bluetooth aparece en la pantalla de la báscula.
Para obtener más información, puedes visitar: https://source.android.com/devices/bluetooth/ble
Advertencia: El escáner BLE (Bluetooth de bajo consumo) necesita permiso para activar la ubicación, ya que identifica los objetos que se utilizan para la geolocalización. La función Bluetooth se deshabilitará si se desactiva el servicio de ubicación.
Si sigue sin funcionar, reinicia la conexión Bluetooth:
Comprueba que la conexión Bluetooth (y el GPS en Android) está activada en el teléfono e inicia la aplicación Goodvibes. Ve a "Dashboard" (Panel de control), selecciona el signo "+" que encontrarás en la esquina superior derecha y haz clic en "My devices" (Mis dispositivos).

Selecciona el modelo de báscula y arrástralo hasta la izquierda para quitar el dispositivo.
A continuación, vuelve a conectar la báscula pulsando "+" en la esquina superior derecha y sigue las instrucciones.

Para asegurarte de que la báscula está conectada a la aplicación, comprueba que el símbolo de Bluetooth aparece en la pantalla de la báscula.
Si después de seguir estos pasos los problemas de conexión persisten, puedes ejecutar la función "Bluetooth connection diagnostics" (Diagnóstico de la conexión Bluetooth). Para ello, sigue estas instrucciones:
1) Ve a "My Account" (Mi cuenta) y haz clic en "Settings" (Configuración).
2) Haz clic en "Bluetooth connection diagnostics" (Diagnóstico de la conexión Bluetooh) y sigue estos pasos.
Si el problema sigue sin solucionarse, no dudes en ponerte en contacto con el servicio de atención al cliente. Para ello, accede a "My Account" (Mi cuenta) y luego a "Help" (Ayuda) o a "My Account" (Mi cuenta), "Settings" (Configuración) y "Customer Service" (Servicio al cliente).
Si no quieres limitarte al peso y te gustaría conocer mejor tu cuerpo y su composición, descarga la aplicación Goodvibes. Así, podrás ver los diferentes indicadores de tu composición corporal, hacer un seguimiento del progreso, controlar los objetivos y pensar en positivo.
En la medida de lo posible, recomendamos que actualice el aparato a una versión superior de Android o use otros dispositivo compatible.
Las actualizaciones no solo le permitirán disfrutar de una experiencia más rica con nuevas propiedades y compatibilidad con la última tecnología, sino que también le protegerán frente a posibles vulnerabilidades de seguridad que se hayan solucionado en las últimas versiones.
1) Ve a "My Account" (Mi cuenta), "Settings" (Configuración) y selecciona "Fitbit".
2) Activa Fitbit e inicia sesión en tu cuenta.
3) Selecciona "Allow" (Permitir) para acceder a la aplicación Fitbit.
4) Después de iniciar sesión, todos los datos se sincronizarán con la aplicación Fitbit. Puedes consultar las mediciones tanto en la aplicación como en el sitio web.
1) Ve a la configuración del teléfono y selecciona la aplicación "Health".
2) Pulsa "Access to data and devices" (Acceder a los datos y los dispositivos).
3) Selecciona Goodvibes en la lista de aplicaciones.
4) Por último, activa las categorías de datos que quieres sincronizar. Una vez activadas, podrás consultar estos datos directamente en la aplicación Apple Health.
1) Ve a "My Account" (Mi cuenta), "Settings" (Configuración) y selecciona "Google Fit".
2) Activa Google Fit e inicia sesión en tu cuenta.
3) Cuando se establezca la conexión, vuelve a la aplicación Goodvibes.
4) Cuando se inicie la sesión, todos los datos se sincronizarán con tu cuenta de Google Fit. Podrás ver algunos indicadores tanto en la aplicación como en el sitio web.
1) Accede a "My Account" (Mi cuenta).
2) Haz clic en "Add a user" (Añadir un usuario).

3) Rellena la información solicitada y confirma.
4) Cuando hayas creado un nuevo usuario, selecciona su perfil en la aplicación antes de que se pese para que se le puedan asignar las nuevas mediciones.
Para eliminar un usuario, sigue estos pasos:
1) Accede a "My Account" (Mi cuenta).
2) Arrastra el perfil que deseas eliminar a la izquierda y haz clic en "Delete" (Eliminar).
3) Confirma la eliminación.
Ten en cuenta que la operación de eliminación es irreversible y que se eliminarán todos los datos del perfil.
No obstante, si te pesas y por error seleccionas un perfil que no es el tuyo, recibirás una notificación que te avisará si hay una diferencia significativa entre el peso medido y el último peso registrado asociado a ese perfil. De este modo, podrás impedir que se guarde la medición y pesarte de nuevo seleccionando el perfil correcto.
Para ello, accede a "Dashboard" (Panel de control) y haz clic en "Weight goal" (Objetivo de peso) o "Body fat goal" (Objetivo de grasa corporal).

Arrastra las ruedas para establecer los objetivos.


Una vez confirmados los objetivos, aparecerán en el panel de control, inmediatamente debajo del peso.
Puedes cambiar los objetivos en cualquier momento siguiendo el mismo proceso.
Para ello, en "Dashboard" (Panel de control), haz clic en el signo "+" que encontrarás en la parte superior derecha y selecciona "Share" (Compartir).

Aparecerá una pantalla de resumen con todos los datos.
Haz clic en el botón "Share" (Compartir) y selecciona el modo de envío que prefieras (SMS, correo electrónico, mensajería privada, redes sociales. etc.), así como los contactos con los que deseas compartir estos resultados.
1) Puedes comparar el peso, el IMC y la grasa corporal directamente en el panel de control.
En esta pantalla principal, podrás ver los cambios registrados en el peso, el IMC y la grasa corporal en comparación con una fecha concreta.
Para cambiar la fecha con la que quieres comparar las últimas mediciones, haz clic en el cuadro de comparación.

Aparecerá un calendario en el que los días que tengan mediciones registradas estarán marcados con un pequeño punto morado. Selecciona el día que quieras comparar y haz clic en los datos que corresponda en la parte inferior de la pantalla.

El peso, el IMC y la grasa corporal se compararán con los de esa fecha.
2) Puedes utilizar la función "Data comparison" (Comparación de datos) para ver una comparación resumida de todos los datos de medición.
En "Dashboard" (Panel de control), haz clic en el símbolo "+" situado en la esquina superior derecha y selecciona "Data comparison" (Comparación de datos).

A continuación, selecciona dos fechas cuyos datos quieras comparar y haz clic en el botón "Compare" (Comparar).

Aparecerá una pantalla de resumen con la evolución de las mediciones de cada indicador.
Si lo deseas, puedes compartir esta evolución con tu familia o amigos haciendo clic en el icono "Share" (Compartir) situado en la parte superior derecha de la pantalla.

Para ello, accede a "Tracking" (Seguimiento) y haz clic en el icono con forma de reloj situado en la parte superior derecha de la pantalla para abrir el historial de datos.

A continuación, selecciona los datos que desees eliminar y haz clic en el icono con forma de papelera.
También puedes eliminar todos los datos registrados haciendo clic en la opción "Select" (Seleccionar) del historial de datos. A continuación, haz clic en el botón "..." que encontrarás en la parte superior derecha y en "Select all data" (Seleccionar todos los datos). Por último, haz clic en el icono con forma de papelera que encontrarás en la parte inferior para eliminar todos tus datos.
Ten en cuenta que la operación de eliminación es irreversible.
Además, la aplicación solo se sincronizará con otras aplicaciones de terceros, como Google Fit, Apple Health o Fitbit, si así lo decides y das tu consentimiento. No procesaremos ningún dato personal que se intercambie con estas aplicaciones de terceros.
Puedes activar este modo desde el principio cuando crees el perfil o más adelante, accediendo a "My account" (Mi cuenta) y haciendo clic en tu perfil.
Para ello, ve al menú "Tracking" (Seguimiento) y haz clic en el pequeño reloj que encontrarás en la parte superior derecha.

Selecciona los datos que quieres exportar. Por último, haz clic en el icono "Share" (Compartir) situado en la parte inferior izquierda de la pantalla.

Una vez generado el archivo CSV, puedes compartirlo a través del método de comunicación que desees (SMS, correo electrónico, mensajería privada, etc.).
Por ejemplo, puedes utilizar el archivo CSV exportado para importar los datos en un ordenador y crear tus propios gráficos de seguimiento.
Ten en cuenta que no puedes importar el contenido del archivo CSV en la aplicación.
- Báscula diagnóstica: la medición se verá distorsionada.
- Otras básculas de baño: no influye en las mediciones.
Evita pesarte:
• Mientras realizas una actividad física intensa o justo después.
• Inmediatamente después de la ducha, el baño o una sesión de sauna.
• Cuando hayas consumido alcohol.
• Cuando tengas fiebre.
Para garantizar un control adecuado de los componentes del cuerpo, es conveniente que te peses con regularidad, preferiblemente, una vez a la semana.
Cuando desees recuperar las mediciones guardadas en la báscula, conecta el teléfono a la báscula. Para ello, abre la aplicación Goodvibes, activa el Bluetooth en el teléfono y súbete a la báscula. Las mediciones guardadas se transferirán a la aplicación, donde podrás asociarlas con el perfil correspondiente y acceder a todos los datos.
1) Abre la aplicación y ve a la página "Dashboard" (Panel de control).
2) Ponte de pie sobre la báscula con los pies descalzos. Sepáralos ligeramente y sitúalos en el centro de la báscula de forma que estén en contacto con los electrodos. También es importante que los pies y las piernas (muslos, rodillas, pantorrillas, etc.) no estén en contacto. Si es necesario, desliza una hoja de papel entre las piernas.
3) Durante la medición, deja el cuerpo erguido e inmóvil con los brazos a los lados y espera hasta que el proceso termine por completo antes de bajarte de la báscula. La medición habrá terminado cuando la barra de progreso desaparezca de la pantalla del teléfono y aparezca la nueva medida.
4) Para pesarte de nuevo, tienes que esperar unos segundos hasta que la pantalla se apague.
Comprueba que la báscula está en una posición estable.
Si has movido la báscula antes de utilizarla, presiona el centro de la báscula con el pie y espera a que aparezca «CAL» y «0.0» en la pantalla. A continuación, puedes subirte a la báscula.
Si el contenido de la pantalla no es el esperado, bájate de la báscula y pulsa brevemente el botón de reinicio situado en el lateral.
Si la báscula se guarda en vertical con uno o varios pies en el aire o si se dejan objetos sobre ella, la primera medición será incorrecta. Para evitarlo, presiona el centro de la báscula con el pie y espera a que aparezca «CAL» y «0.0» en la pantalla. A continuación, puedes subirte a la báscula.
Si el contenido de la pantalla no es el esperado, bájate de la báscula y pulsa brevemente el botón de reinicio situado en el lateral.
Si deseas cambiarla, ve a "My Account" (Mi cuenta), "Settings" (Configuración), "Units" (Unidades) y "Weight unit" (Unidad de peso), y selecciona la unidad que prefieras (kg/lb/st). Una vez que la unidad esté configurada, pisa la báscula para que se conecte a la aplicación y que la actualización surta efecto.
No utilices una esponja metálica ni polvo de fregar. Nunca sumerjas el dispositivo en agua.



1) Si aparece "Lo" en la pantalla, significa que queda aproximadamente un 20 % de la batería. La batería debe recargarse en un plazo de 3 días. La báscula seguirá funcionando, pero puede apagarse.
2) Si la luz roja no se enciende al cargar la batería, espera 15 minutos. Si después de 15 minutos la batería sigue sin encenderse, comprueba el estado y el funcionamiento de los siguientes elementos: el cable de carga USB, el bloque EPS, el conector USB de la báscula y la toma de corriente. Si el problema persiste, ponte en contacto con el servicio de atención al cliente.
3) La batería puede dañarse por un exceso de calor. Para conservar la batería, utiliza y guarda la báscula en un entorno con una temperatura de entre 15 ºC y 35 °C.
4) Desenchufa la báscula una vez cargada.
Por último, intenta pesarte siempre en las mismas condiciones, ya que durante el día la variación del peso puede ser superior a 1 kg. Es mejor que te peses por la mañana, con el estómago vacío, con la menor cantidad de ropa posible y al menos 15 minutos después de despertarte.
A continuación, vuelve a pesarte siguiendo estas instrucciones:
1) Comprueba que tienes los pies desnudos y limpios.
2) Mantente inmóvil sobre la báscula mirando a la pantalla LED con los pies sobre los electrodos.
3) Espera aproximadamente 15 segundos hasta que se complete la medición.
4) Si sigue sin funcionar, prueba a aplicar crema hidratante en los pies y repite la operación.
5) Si el problema persiste, haz que otra persona se suba a la báscula para comprobar que funciona correctamente.
Si tienes datos guardados en la memoria, no olvides sincronizar la báscula con el teléfono para que no los pierdas.
Se envía una corriente de baja intensidad a través del cuerpo que atraviesa fácilmente el tejido rico en agua (músculo, piel, etc.). En cambio, los tejidos pobres en agua (grasa corporal) ofrecen mayor resistencia.
Con la impedancia obtenida y utilizando ecuaciones que tienen en cuenta el peso, la estatura, el sexo y la edad, se pueden calcular los diferentes valores de los indicadores de la composición corporal.
Para controlar tu progreso.
Mide la masa total del cuerpo en kilos y gramos. Es la única medida corporal que recordamos al pie de la letra, como si fuera un logro deportivo. Recordamos nuestro peso ideal y tratamos de recuperarlo, de volver a él. ¡No te obsesiones!
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Utilizando las demás medidas corporales.
Su utilidad principal consiste en afinar el resultado para matizar tu evolución y que tengas una visión más exacta de tu corpulencia. El primer objetivo que nos ponemos es siempre el del peso, pero no es algo que veamos bajar rápidamente. Las otras medidas del cuerpo compensarán esta frustración mostrando un progreso más rápido.
¿Qué puedo hacer?
Ser lo más indulgente posible.
No debes desanimarte antes de tiempo. Establece una tendencia positiva en lugar de un objetivo demasiado alto: no puedes volver al peso que tenías a los doce años si tienes veinte ni al peso que tenías a los veinte si ahora tienes cuarenta. Reconocerlo no es lo mismo que renunciar. Pasa a la acción, pero no malgastes tu vida luchando contra el peso.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Sin ir demasiado rápido.
No te peses todos los días. Si lo haces, el más mínimo aumento te desanimará. Pésate preferiblemente por la mañana con el estómago vacío. El peso varía en función de las estaciones, las horas y las etapas de la vida. Compara el resultado con las demás mediciones corporales.

¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Demostrándote que te quieres.
El equilibrio está entre la nevera y el gimnasio, y es un proceso a largo plazo. Adapta la ingesta de alimentos y corrige los excesos en función del esfuerzo, el tiempo y la época del año: ¿llevas una vida sedentaria?, ¿haces deporte?, ¿hace frío o hay un ola de calor?, ¿tienes una comida de celebración con la familia o los amigos? Prepara los platos con arreglo a tus necesidades reales.
Para saber dónde estás.
El índice de grasa corporal (IGC) mide la cantidad de grasa de todo el cuerpo como un porcentaje del peso total. Depende enormemente del sexo: los hombres y las mujeres no tienen las mismas necesidades. Es el resultado de los tiempos prehistóricos, en los que el cuerpo acumulaba reservas en previsión de épocas de hambruna o de los embarazos.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Manteniéndolo controlado.
Esta es la medida del cuerpo que debe controlarse y compararse con las demás. Cuando el peso total empiece a disminuir, comprueba que estás perdiendo grasa en lugar de agua o músculo, y que el valor se mantiene en el rango medio para no alterar las funciones del cuerpo.

¿Qué puedo hacer?
Apostar por el futuro.
Tener demasiada grasa puede ser perjudicial para la salud, pero tener demasiado poca no es mucho mejor. Reducir la grasa puede minimizar o prevenir afecciones, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Consiguiendo que el resultado sea positivo.
Recuerda que la grasa corporal es esencial para ciertas funciones vitales del cuerpo: regulación de la temperatura, absorción de vitaminas liposolubles, protección de los órganos vitales, equilibrio hormonal y mantenimiento de los ciclos hormonales. Elimina solo lo que te sobra y acepta las curvas naturales de tu cuerpo de buen grado.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Reforzando tu propia imagen.
Existe el riesgo de que esta medida corporal se convierta en una obsesión. Sería una lástima. Ajustar el exceso de grasa y azúcar de las comidas y realizar actividad física regularmente te ayudará a equilibrar el consumo y el gasto de energía. Esta es la clave para que la pérdida de peso se prolongue en el tiempo.
Sirve como punto de partida
El IMC calcula la relación entre el peso y la altura, y proporciona una estimación del peso corporal que sirve de referencia. Sin embargo, los datos se calculan con arreglo a una media estándar. ¡Y tú no eres una media! Estos datos sirven como advertencia: si el IMC es demasiado alto, debes hacer algo o buscar ayuda para mantenerte en los valores adecuados.

¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Midiéndote la cintura.
Los kilos y los centímetros no nos cuentan toda la historia: un jugador de rugby corpulento tendrá un IMC elevado debido a su masa muscular. Ten en cuenta las demás medidas corporales de la báscula y mide la cintura: si sobrepasa los 80 cm en una mujer o los 94 cm en un hombre, no dudes en hablarlo con el médico para que cuide de tu salud.
¿Qué puedo hacer?
Usarla bien.
Esta medida corporal no se mueve demasiado. Es necesario experimentar un gran cambio de peso para que varíe. Sin embargo, sí te indica si debes tener cuidado o no, y te ayuda a fijar un objetivo de salud junto con los objetivos de pérdida de peso. También te dirá si has tenido éxito cuando estés en la línea de meta.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Olvidándote de esta medida.
El IMC no es una prioridad. Es difícil mejorarlo rápidamente. Sabes que tu cuerpo no cambiará de la noche a la mañana. Incluso es peligroso ir demasiado rápido. Es muy posible que el resultado mejore cuando hayas recuperado el equilibrio.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Con una buena dosis de paciencia.
No caigas en la tentación de comprobar todos los días el IMC con respecto a otras medidas del cuerpo. Una vez a la semana es suficiente. Será más estimulante ver que los valores varían, aunque sea ligeramente; sobre todo, al principio. La impaciencia no ayuda: si mantienes un control demasiado estricto, la falta de progreso te desanimará rápidamente.
No te exijas demasiado. Todos necesitamos perder más o menos peso y tenemos un objetivo en nuestra cabeza que se basa directamente en la imagen que nos devuelve el espejo. No te desanimes estableciendo un objetivo inalcanzable: ve paso a paso. Para que tus esfuerzos tengan un efecto duradero, deben consolidarse a lo largo del tiempo. Intenta cambiar tus hábitos alimentarios desde el principio para que puedas mantenerlos en el futuro y asentar los resultados. Lo mejor es que empieces lo antes posible a equilibrar el gasto físico y la ingesta de alimentos en cada comida, sin privarte de pequeños placeres que te ayudarán a seguir adelante.
Todo es cuestión de cintura.
Medir la grasa oculta que rodea los órganos del abdomen nos permite controlar y limitar su crecimiento. Si hay mucha, se traduce en kilos de más, inflamación y, a largo plazo, riesgo de desarrollar hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Es fácil pasarse de la raya.
Con un intervalo de 0 a 20, si la báscula te da una puntuación inferior o igual a 6 es buena, entre 7 y 11 es aceptable, 14 es alta y 15, demasiado alta. ¿Tienes exceso de grasa visceral? Se trata de una medida corporal muy buena para medir un problema que no tiene por qué traducirse inmediatamente en centímetros extra. De esta modo, podrás prevenir los riesgos y actuar para reducirlos rápidamente.

¿Qué puedo hacer?
Mantener un férreo control.
Esta es la segunda medida más importante después del peso. En cuanto tu cintura supere los 80 cm en el caso de las mujeres o los 94 cm en el caso de los hombres, es decir, en cuanto tengas que aflojar el cinturón o los botones de la chaqueta porque te aprieten en el vientre, deberás reajustar la alimentación y reducir la ingesta.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Evitando el azúcar.
El primer paso que debes tomar es reducir la ingesta de azúcar, especialmente el azúcar refinado. Una puntuación de grasa visceral demasiado alta significa que las zonas de almacenamiento están llenas y que la resistencia a la insulina puede estar a la vuelta de la esquina. Para hacerlo mejor, añade a tus platos alimentos crujientes que tengan volumen y sabor, y reduce el azúcar.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Apostando por la fibra.
Toma precauciones y mejora tu figura adoptando buenos hábitos a largo plazo con un nivel de placer y disfrute suficiente que te permita seguir adelante. Añade de forma sistemática la fibra de tus frutas, verduras y cereales favoritos a todas las comidas para limitar la absorción de grasas.
Para ver aquello que has estado tratando de evitar.
Cartucheras, celulitis, michelines... Lo llamemos como lo llamemos y sea cual sea la forma y el sitio en que se acumule, esta medida corporal permite que podamos examinar la grasa que nos molesta, la grasa visible, que está esparcida por todo el cuerpo, que se nota al tacto y que es antiestética. Esa grasa que nos gustaría hacer desaparecer como si usáramos Photoshop.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Probándote el traje de baño.
Este es el momento en el que la báscula explica las pequeñas curvas que ves en el espejo. También es una medida corporal que pone de relieve las injustas diferencias entre la forma del cuerpo de los hombres y de las mujeres.

¿Qué puedo hacer?
Haz que esas líneas se muevan.
La grasa subcutánea se almacena en los adipocitos, células de grasa que tienen la particularidad de reducirse cuando se ponen en marcha, pero que nunca desaparecen del todo una vez que se han asentado. En cuanto relajamos lo más mínimo la atención y el esfuerzo, se llenan de nuevo.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Tomando las riendas.
Moviliza los adipocitos, haz que se muevan masajeándolos justo después de hacer ejercicio o deporte para ablandarlos y romper los hoyuelos. Hidrata la piel después de ducharte y, si es posible, masajéala para alisarla. Este es el momento perfecto para llamar a un masajista profesional o probar a darte un masaje anticelulítico.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Desalojando la grasa.
No deberíamos comer platos llenos hasta arriba para evitar que las células de grasa se llenen y tengamos que pasar hambre después para hacerlas desparecer. Deberíamos prestar más atención al volumen y la densidad en lugar de a la cantidad. Podemos engañar la vista con alimentos ricos en agua y antioxidantes, y absorberlos con fibra. Da prioridad a las verduras y a la fruta, y limita los alimentos grasos y azucarados.
Para controlar tu progreso.
Es el verdadero marcador de la actividad física. Mide todos los músculos del cuerpo, junto con el agua que contienen, en relación con el peso total: los músculos lisos forman las paredes internas y los músculos estriados son los músculos motóricos. Su actividad, incluso en reposo, extrae energía del tejido graso.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Viendo si el índice aumenta.
Una tendencia ascendente indica que el proceso de adelgazamiento ha empezado, incluso aunque el peso no varíe, lo que puede resultar frustrante. Su variación regular mide la evolución de la masa muscular, que aumenta a expensas de la materia grasa. Esta medida demuestra que el esfuerzo está mereciendo la pena.
¿Qué puedo hacer?
Seguir así.
Cuanto más aumente el índice, más cambiarán los números. Cuando la masa muscular ha agotado los recursos de grasa disponibles en el cuerpo, busca energía en las proteínas del músculo, de ahí la importancia de mantener una ingesta suficiente de energía y proteínas. Ten cuidado, si pierdes peso demasiado rápido y la masa muscular también empieza a disminuir, se producirá un desequilibrio que habrá que vigilar.

¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Comportándote como un gran atleta.
Realiza actividad física con regularidad: consigue que el entrenamiento se convierta rápidamente en un buen estilo de vida y un hábito saludable. Acuérdate de rehidratarte y reparar el tejido muscular dañado con una dieta equilibrada de proteínas y carbohidratos. Y no te olvides de la fase más importante después del ejercicio: el descanso.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Equilibrando la comida.
Una porción equilibrada de proteínas servirá para reparar y fortalecer el tejido dañado. Conviene que sean proteínas de buena calidad orgánica (preferiblemente productos animales o una combinación adecuada de proteínas de origen vegetal, con un suplemento de vitamina B12). Debe acompañarse con una porción de carbohidratos, una fuente de energía para el esfuerzo que puede estar disponible de forma inmediata o liberarse lentamente con un efecto de larga duración.
Para saber si te estás secando.
El cuerpo de un adulto se compone de un 60 % de líquidos (sangre, linfa, agua celular, etc.), pero el cuerpo no fabrica su propia agua. Para que el cuerpo pueda recargarse, regular la temperatura y eliminar los desechos, debes beber agua. Si falta agua, el cuerpo estará deshidratado. Si hay demasiada, podemos sufrir retenciones o edemas.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Es una pista muy buena.
Comprueba que estás en el rango correcto. Cuando empieces a adelgazar, esta medida corporal también te dirá si solo has perdido agua en lugar de lo más importante: grasa corporal.

¿Qué puedo hacer?
Beber antes de que las células te lo pidan.
Lo mejor es beber agua. Sigue el ejemplo de los atletas: beben uno o dos sorbos de agua cada 15 o 20 minutos de esfuerzo. Nada tan sencillo como beber agua cada hora en pequeñas cantidades.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Vigilando el consumo de sal.
La sal facilita la retención de agua en las células. Y, cuando esto ocurre, las células no tienen lo que necesitan. Sea cual sea tu puntuación, es esencial que te rehidrates. La idea es restaurar el suministro de agua de forma constante durante todo el día.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Dándote un capricho.
Si encuentras el agua demasiado aburrida, prueba con diferentes bebidas: añade un poco de zumo de limón en el vaso o deja unas hojas de menta en la jarra. Consigue una botella que sea pequeña y fácil de transportar para que te ayude a perseverar en tu esfuerzo.
Para saber si tienes buenos huesos.
Esta medida corporal calcula el peso de tu esqueleto en relación con el peso total. Sin embargo, lo más importante es que pone de manifiesto las variaciones en la densidad ósea: esta densidad aumenta hasta los 30 años. A partir de ahí, depende de que se haga una buena ingesta de calcio y, sobre todo, de vitamina D, que ayuda a fijar el calcio a los huesos.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Es señal de una buena salud ósea.
El intervalo de esta medida es diferente para mujeres y hombres en función del peso. Si te encuentras en la parte inferior de la escala, habla con tu médico para hacerte un chequeo: es posible que necesites un suplemento de vitamina D.

¿Qué puedo hacer?
Vigilar tu alimentación.
La densidad ósea es la que determina la fuerza de tu estructura. Asegúrate de aportar todo lo necesario para no perder densidad: calcio para crear células óseas y vitamina D para metabolizar el calcio y fijarlo a los huesos. Uno no puede ir sin el otro.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Añadiendo los alimentos adecuados al plato.
Esta valiosa medida corporal cambia a lo largo de la vida. En nuestra dieta, necesitamos calcio (productos lácteos, verduras verdes, almendras, agua mineral, etc.) y vitamina D (pescado graso, yemas, etc.). Añade el potasio de las frutas y las verduras, el magnesio de las verduras verdes, el agua mineral... ¡y el chocolate!
¿Cómo puedo hacer que dure?
Date baños de sol.
Si pasas tiempo suficiente al sol, tu cuerpo sintetizará parte de la vitamina D que necesitas. Date un homenaje con pescado graso, verduras verdes, huevos, productos lácteos y agua mineral, y ten en cuenta que el exceso de alcohol, té o café impide que se absorba adecuadamente.
Para determinar cuáles son tus necesidades.
Es esencial para tomar conciencia, ya que proporciona una medida en kilocalorías (kcal) de la cantidad de energía que el cuerpo necesita para funcionar adecuadamente en reposo, en función de la edad y el tamaño.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Adaptando el consumo al gasto.
Calcular el nivel de actividad física (NAF) te permite conocer tu necesidad total de energía; es decir, cuántas calorías necesitas realmente cada día. Es una buena forma de mantener el control.

¿Qué puedo hacer?
Comportarte como los grandes atletas.
El objetivo es fortalecer los músculos para mejorar el metabolismo basal: cuanto más masa muscular tengas, más energía gastarás en reposo.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Muévete con más fuerza.
A medida que aumentes la masa muscular, aumentarás el índice metabólico basal. Los grandes atletas descansan mucho y saben que su cuerpo se encarga de gastar energía durante la fase de recuperación.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Sigue entrenando.
La constancia es la clave. No se trata de entrenar solo para ganar un partido. Si consigues que la actividad física diaria se convierta en un hábito, lo tienes hecho.
Es la única edad que podemos cambiar en la vida.
Te dice si dentro de tu cuerpo las cosas actúan o no conforme a tu edad. No te estreses: no se nota por fuera. Si te hace sentir más joven, es una gran ventaja y puedes felicitarte por ello. Si te hace sentir un poco mayor, sigue nuestros consejos para recuperar tu edad real.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Esta edad no tardará años en cambiar.
El resultado se proporciona en años. Calcula el índice metabólico basal. Puede corresponderse con tu edad real o hacerte parecer más joven. Si, por el contrario, te hace sentir mayor, siempre puedes tomar medidas para corregirlo.

¿Qué puedo hacer?
Muévete para que no se note.
La actividad física regular y constante te ayudará a aumentar la masa muscular.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Controlando las medidas corporales que están relacionadas con la grasa.
Se calculan en función del peso y la estatura: si el peso disminuye, la grasa corporal, la grasa visceral y la grasa subcutánea también lo harán. Al mismo tiempo, la masa muscular aumentará... ¡y rejuvenecerás!
¿Cómo puedo hacer que dure?
Esforzándote en rejuvenecer.
Tanto si tu edad metabólica es similar a tu edad real como si no lo es, no cedas en tu esfuerzo y sigue fortaleciendo la masa muscular.
Para precisar las mediciones.
Determina la cantidad de masa corporal magra; es decir, el peso total del cuerpo sin materia grasa. El resultado determina tu forma física: representa el total de todo lo que te permite levantarte y moverte (músculos, huesos, etc., pero no la grasa).

¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Ahorrándote tiempo.
Esta medida corporal es muy amplia. Sus variaciones no son lo suficientemente significativas como para que merezca la pena controlarla, a menos que seas un corredor de maratón que se encuentra en mitad de una fase para quemar grasa antes de un evento. Ponte un horizonte a largo plazo antes de interesarte por los resultados.
¿Qué puedo hacer?
Sacar todo tu armamento.
Accede a tus reservas, pero ten cuidado de no agotarte tratando de gastarlas: reduce las otras medidas del cuerpo (porcentaje de grasa corporal y grasa visceral) tratando de encontrar un equilibrio global para tu cuerpo.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
¡Únete a la resistencia!
Deja de picar. Aumenta la cantidad de comida del plato añadiendo fibra y mejora su calidad con micronutrientes procedentes de las verduras y la fruta. Incorpora grasas buenas, como ácidos omega 3, y cualquier otra cosa que añada sabor y placer a la comida sin desequilibrarla. Si quieres picar, toma frutos secos.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Dándote tiempo para conseguirlo.
El rendimiento se consigue trabajando. Exige entrenar a diario a lo largo del tiempo: muévete más cada día; aumenta la velocidad cuando camines, vayas en bicicleta, subas y bajes escaleras, etc. En resumen, pon en movimiento esa masa corporal sin grasa y proporciónale los recursos que necesita para desarrollarse.
Para conocer tu potencia muscular.
Mide el tono de los músculos que pueden contraerse de forma voluntaria. Estos músculos están unidos a los huesos a través de los tendones y hacen posible la motricidad, los activamos de forma consciente y controlamos su esfuerzo: bíceps, tríceps, abdominales... Es una alegría verlos reaparecer cuando se reduce la grasa.

¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Mirándote en el espejo.
Es un marcador que varía muy despacio, así que no te obsesiones con él. Te sentirás mejor y conseguirás los primeros resultados visibles antes incluso de que se refleje en la báscula. Podrás constatar si tu esfuerzo se está viendo recompensado. Sentirás que está funcionando y sabrás que es verdad.
¿Qué puedo hacer?
Sal y haz ejercicio.
En cuanto empieces a ejercitar los músculos esqueléticos con actividad física regular y diaria, reducirás la grasa y adelgazarás. Los resultados se perciben de inmediato. Sube escaleras, camina, corre, monta en bicicleta o patinete, baila, haz saltos de trampolín... Aprovecha todas las oportunidades para moverte mientras te diviertes.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Aumentando la velocidad.
Tómatelo con calma, disfruta mientras sudas, pero, sobre todo, entrena con regularidad. Bájate del sofá, sube la música para sentir el ritmo y despierta tus dormidos músculos. Haz como todos los grandes atletas y esfuérzate un poquito más cada vez.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Pasando del esfuerzo al placer.
Si eliges bien tus actividades favoritas, moverte se convertirá en una necesidad diaria, un momento de verdadera relajación que disfrutarás haciéndolo con regularidad. Añade un sabroso manjar al efecto positivo de las endorfinas que se generan con el esfuerzo y pon algunas proteínas de calidad en el plato. ¡Porque tú lo vales!
Para completar la información.
Se trata de un porcentaje que se calcula a partir de las medidas corporales de la masa ósea y muscular, el agua, el peso, el sexo y la altura. Las proteínas tienen un papel fundamental en el desarrollo y la renovación del tejido muscular y de la piel. También inciden en la digestión, la oxigenación sanguínea y el sistema inmunológico.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Examinando lo que tienes en el tenedor.
Al igual que otras medidas, depende del sexo: debe estar entre 16 y 18 en el caso de los hombres y entre 14 y 16 en el caso de las mujeres. El intervalo es muy estrecho y, por tanto, varía muy poco. El cuerpo elimina el exceso de proteínas. No se pueden fabricar ni acumular. Por tanto, es necesario aportarlas a través de la dieta con su ingesta diaria.
¿Qué puedo hacer?
Garantizar la ingesta diaria.
Pon en el plato la cantidad justa de proteínas que tu cuerpo necesita una o dos veces al día: utiliza como referencia el tamaño equivalente a la palma de tu mano de carne o pescado, o dos huevos. Y, en el caso de los vegetarianos, elige una combinación de cereales, verduras y legumbres. Añade dos productos lácteos.

¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Creando más músculo.
Consumir proteínas es bueno, pero también es necesario estimular el tejido muscular a través de la actividad física regular. Este es el momento de imitar a los grandes atletas: el esfuerzo facilita la integración correcta de las proteínas, lo que fortalece aún más el músculo. Se trata de un ciclo muy positivo.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Evitando los excesos.
El cuerpo sabe cómo eliminar el exceso de proteínas, pero demasiada cantidad, como las de ciertas dietas o bebidas de alto contenido proteico, sobrecarga los riñones. Así que ten cuidado. Corres el riesgo de que, justo cuando querías hacerlo aún mejor, bajes el rendimiento.
Las medidas corporales se dividen en dos categorías:
• Las que cambian continuamente: el peso, la grasa corporal, la masa muscular, el agua del cuerpo y la frecuencia cardíaca. Estas medidas te ayudan a mantener el control. Vigila el agua: si tu cuerpo está deshidratado, el peso corporal te dará la falsa impresión de que has adelgazado.
• Las que varían poco o bastante despacio: el IMC, la edad metabólica, las proteínas, la masa ósea, la grasa subcutánea y visceral, la masa corporal sin grasa y los músculos esqueléticos. Al igual que antes, si deseas estabilizar el peso, debes asegurarte de que has perdido grasa corporal y no masa muscular.
Para conocer tu resistencia.
Mide el número de latidos por minuto, un buen indicador de la salud cardiovascular. Es el metrónomo del esfuerzo. En reposo, suele oscilar entre 60 y 80-90 latidos por minuto. Si tu ritmo cardíaco es inusualmente alto o bajo, deberías hablar con el médico.
¿Cómo puedo saber qué tal lo estoy haciendo?
Con un buen entrenamiento.
El ritmo cardíaco disminuye con la edad o con una actividad física regular. Cuanto más entrenes, más se reducirá. Sin embargo, un corazón que lata a 85-90 pulsaciones nunca bajará a 60. Es cuestión de genética: uno de los secretos del rendimiento de los grandes atletas es que tienen un ritmo cardíaco muy inferior a la media.

¿Qué puedo hacer?
¡No te dejes llevar!
El objetivo es reducir el ritmo cardíaco a través de una serie de acciones combinadas. Modera el consumo de estimulantes: té, café, alcohol... Deja de fumar y realiza actividad física, como caminar todos los días. Planifica el tiempo de descanso y recuperación para reducir la fatiga y controlar mejor el estrés.
¿Cómo puedo hacerlo mejor?
Utilizando la báscula.
Estas básculas no hacen pruebas de esfuerzo, pero nos permiten comprobar el ritmo cardíaco en reposo. Cuando el ritmo se ve alterado en reposo, podemos estar ante una bradicardia si late demasiado despacio (menos de 50) o ante una taquicardia si late demasiado rápido (más de 100). En ese caso, es necesario consultar con un médico para determinar la causa.
¿Cómo puedo mantener un buen equilibrio?
Sin pasarte.
No todo el mundo puede tener el corazón de un campeón. No te quedes sin aliento cuando subas rápidamente las escaleras o una cuesta, por ejemplo. Mantén el control y no trates de aumentar tu rendimiento a cualquier precio si tu ritmo cardíaco natural es alto en reposo.

Después, sigue las instrucciones y súbete a la báscula.
Para asegurarte de que la báscula está conectada a la aplicación, comprueba que el símbolo de Bluetooth aparece en la pantalla de la báscula.
Para obtener más información, puedes visitar: https://source.android.com/devices/bluetooth/ble
Advertencia: El escáner BLE (Bluetooth de bajo consumo) necesita permiso para activar la ubicación, ya que identifica los objetos que se utilizan para la geolocalización. La función Bluetooth se deshabilitará si se desactiva el servicio de ubicación.
Si sigue sin funcionar, reinicia la conexión Bluetooth:
Comprueba que la conexión Bluetooth (y el GPS en Android) está activada en el teléfono e inicia la aplicación Goodvibes. Ve a "Dashboard" (Panel de control), selecciona el signo "+" que encontrarás en la esquina superior derecha y haz clic en "My devices" (Mis dispositivos).

Selecciona el modelo de báscula y arrástralo hasta la izquierda para quitar el dispositivo.
A continuación, vuelve a conectar la báscula pulsando "+" en la esquina superior derecha y sigue las instrucciones.

Para asegurarte de que la báscula está conectada a la aplicación, comprueba que el símbolo de Bluetooth aparece en la pantalla de la báscula.
Si después de seguir estos pasos los problemas de conexión persisten, puedes ejecutar la función "Bluetooth connection diagnostics" (Diagnóstico de la conexión Bluetooth). Para ello, sigue estas instrucciones:
1) Ve a "My Account" (Mi cuenta) y haz clic en "Settings" (Configuración).
2) Haz clic en "Bluetooth connection diagnostics" (Diagnóstico de la conexión Bluetooh) y sigue estos pasos.
Si el problema sigue sin solucionarse, no dudes en ponerte en contacto con el servicio de atención al cliente. Para ello, accede a "My Account" (Mi cuenta) y luego a "Help" (Ayuda) o a "My Account" (Mi cuenta), "Settings" (Configuración) y "Customer Service" (Servicio al cliente).
Si no quieres limitarte al peso y te gustaría conocer mejor tu cuerpo y su composición, descarga la aplicación Goodvibes. Así, podrás ver los diferentes indicadores de tu composición corporal, hacer un seguimiento del progreso, controlar los objetivos y pensar en positivo.
En la medida de lo posible, recomendamos que actualice el aparato a una versión superior de Android o use otros dispositivo compatible.
Las actualizaciones no solo le permitirán disfrutar de una experiencia más rica con nuevas propiedades y compatibilidad con la última tecnología, sino que también le protegerán frente a posibles vulnerabilidades de seguridad que se hayan solucionado en las últimas versiones.
1) Ve a "My Account" (Mi cuenta), "Settings" (Configuración) y selecciona "Fitbit".
2) Activa Fitbit e inicia sesión en tu cuenta.
3) Selecciona "Allow" (Permitir) para acceder a la aplicación Fitbit.
4) Después de iniciar sesión, todos los datos se sincronizarán con la aplicación Fitbit. Puedes consultar las mediciones tanto en la aplicación como en el sitio web.
1) Ve a la configuración del teléfono y selecciona la aplicación "Health".
2) Pulsa "Access to data and devices" (Acceder a los datos y los dispositivos).
3) Selecciona Goodvibes en la lista de aplicaciones.
4) Por último, activa las categorías de datos que quieres sincronizar. Una vez activadas, podrás consultar estos datos directamente en la aplicación Apple Health.
1) Ve a "My Account" (Mi cuenta), "Settings" (Configuración) y selecciona "Google Fit".
2) Activa Google Fit e inicia sesión en tu cuenta.
3) Cuando se establezca la conexión, vuelve a la aplicación Goodvibes.
4) Cuando se inicie la sesión, todos los datos se sincronizarán con tu cuenta de Google Fit. Podrás ver algunos indicadores tanto en la aplicación como en el sitio web.
1) Accede a "My Account" (Mi cuenta).
2) Haz clic en "Add a user" (Añadir un usuario).

3) Rellena la información solicitada y confirma.
4) Cuando hayas creado un nuevo usuario, selecciona su perfil en la aplicación antes de que se pese para que se le puedan asignar las nuevas mediciones.
Para eliminar un usuario, sigue estos pasos:
1) Accede a "My Account" (Mi cuenta).
2) Arrastra el perfil que deseas eliminar a la izquierda y haz clic en "Delete" (Eliminar).
3) Confirma la eliminación.
Ten en cuenta que la operación de eliminación es irreversible y que se eliminarán todos los datos del perfil.
No obstante, si te pesas y por error seleccionas un perfil que no es el tuyo, recibirás una notificación que te avisará si hay una diferencia significativa entre el peso medido y el último peso registrado asociado a ese perfil. De este modo, podrás impedir que se guarde la medición y pesarte de nuevo seleccionando el perfil correcto.
Para ello, accede a "Dashboard" (Panel de control) y haz clic en "Weight goal" (Objetivo de peso) o "Body fat goal" (Objetivo de grasa corporal).

Arrastra las ruedas para establecer los objetivos.


Una vez confirmados los objetivos, aparecerán en el panel de control, inmediatamente debajo del peso.
Puedes cambiar los objetivos en cualquier momento siguiendo el mismo proceso.
Para ello, en "Dashboard" (Panel de control), haz clic en el signo "+" que encontrarás en la parte superior derecha y selecciona "Share" (Compartir).

Aparecerá una pantalla de resumen con todos los datos.
Haz clic en el botón "Share" (Compartir) y selecciona el modo de envío que prefieras (SMS, correo electrónico, mensajería privada, redes sociales. etc.), así como los contactos con los que deseas compartir estos resultados.
1) Puedes comparar el peso, el IMC y la grasa corporal directamente en el panel de control.
En esta pantalla principal, podrás ver los cambios registrados en el peso, el IMC y la grasa corporal en comparación con una fecha concreta.
Para cambiar la fecha con la que quieres comparar las últimas mediciones, haz clic en el cuadro de comparación.

Aparecerá un calendario en el que los días que tengan mediciones registradas estarán marcados con un pequeño punto morado. Selecciona el día que quieras comparar y haz clic en los datos que corresponda en la parte inferior de la pantalla.

El peso, el IMC y la grasa corporal se compararán con los de esa fecha.
2) Puedes utilizar la función "Data comparison" (Comparación de datos) para ver una comparación resumida de todos los datos de medición.
En "Dashboard" (Panel de control), haz clic en el símbolo "+" situado en la esquina superior derecha y selecciona "Data comparison" (Comparación de datos).

A continuación, selecciona dos fechas cuyos datos quieras comparar y haz clic en el botón "Compare" (Comparar).

Aparecerá una pantalla de resumen con la evolución de las mediciones de cada indicador.
Si lo deseas, puedes compartir esta evolución con tu familia o amigos haciendo clic en el icono "Share" (Compartir) situado en la parte superior derecha de la pantalla.

Para ello, accede a "Tracking" (Seguimiento) y haz clic en el icono con forma de reloj situado en la parte superior derecha de la pantalla para abrir el historial de datos.

A continuación, selecciona los datos que desees eliminar y haz clic en el icono con forma de papelera.
También puedes eliminar todos los datos registrados haciendo clic en la opción "Select" (Seleccionar) del historial de datos. A continuación, haz clic en el botón "..." que encontrarás en la parte superior derecha y en "Select all data" (Seleccionar todos los datos). Por último, haz clic en el icono con forma de papelera que encontrarás en la parte inferior para eliminar todos tus datos.
Ten en cuenta que la operación de eliminación es irreversible.
Además, la aplicación solo se sincronizará con otras aplicaciones de terceros, como Google Fit, Apple Health o Fitbit, si así lo decides y das tu consentimiento. No procesaremos ningún dato personal que se intercambie con estas aplicaciones de terceros.
Puedes activar este modo desde el principio cuando crees el perfil o más adelante, accediendo a "My account" (Mi cuenta) y haciendo clic en tu perfil.
Para ello, ve al menú "Tracking" (Seguimiento) y haz clic en el pequeño reloj que encontrarás en la parte superior derecha.

Selecciona los datos que quieres exportar. Por último, haz clic en el icono "Share" (Compartir) situado en la parte inferior izquierda de la pantalla.

Una vez generado el archivo CSV, puedes compartirlo a través del método de comunicación que desees (SMS, correo electrónico, mensajería privada, etc.).
Por ejemplo, puedes utilizar el archivo CSV exportado para importar los datos en un ordenador y crear tus propios gráficos de seguimiento.
Ten en cuenta que no puedes importar el contenido del archivo CSV en la aplicación.
- Báscula diagnóstica: la medición se verá distorsionada.
- Otras básculas de baño: no influye en las mediciones.
Evita pesarte:
• Mientras realizas una actividad física intensa o justo después.
• Inmediatamente después de la ducha, el baño o una sesión de sauna.
• Cuando hayas consumido alcohol.
• Cuando tengas fiebre.
Para garantizar un control adecuado de los componentes del cuerpo, es conveniente que te peses con regularidad, preferiblemente, una vez a la semana.
Cuando desees recuperar las mediciones guardadas en la báscula, conecta el teléfono a la báscula. Para ello, abre la aplicación Goodvibes, activa el Bluetooth en el teléfono y súbete a la báscula. Las mediciones guardadas se transferirán a la aplicación, donde podrás asociarlas con el perfil correspondiente y acceder a todos los datos.
1) Abre la aplicación y ve a la página "Dashboard" (Panel de control).
2) Ponte de pie sobre la báscula con los pies descalzos. Sepáralos ligeramente y sitúalos en el centro de la báscula de forma que estén en contacto con los electrodos. También es importante que los pies y las piernas (muslos, rodillas, pantorrillas, etc.) no estén en contacto. Si es necesario, desliza una hoja de papel entre las piernas.
3) Durante la medición, deja el cuerpo erguido e inmóvil con los brazos a los lados y espera hasta que el proceso termine por completo antes de bajarte de la báscula. La medición habrá terminado cuando la barra de progreso desaparezca de la pantalla del teléfono y aparezca la nueva medida.
4) Para pesarte de nuevo, tienes que esperar unos segundos hasta que la pantalla se apague.
Comprueba que la báscula está en una posición estable.
Si has movido la báscula antes de utilizarla, presiona el centro de la báscula con el pie y espera a que aparezca «CAL» y «0.0» en la pantalla. A continuación, puedes subirte a la báscula.
Si el contenido de la pantalla no es el esperado, bájate de la báscula y pulsa brevemente el botón de reinicio situado en el lateral.
Si la báscula se guarda en vertical con uno o varios pies en el aire o si se dejan objetos sobre ella, la primera medición será incorrecta. Para evitarlo, presiona el centro de la báscula con el pie y espera a que aparezca «CAL» y «0.0» en la pantalla. A continuación, puedes subirte a la báscula.
Si el contenido de la pantalla no es el esperado, bájate de la báscula y pulsa brevemente el botón de reinicio situado en el lateral.
Si deseas cambiarla, ve a "My Account" (Mi cuenta), "Settings" (Configuración), "Units" (Unidades) y "Weight unit" (Unidad de peso), y selecciona la unidad que prefieras (kg/lb/st). Una vez que la unidad esté configurada, pisa la báscula para que se conecte a la aplicación y que la actualización surta efecto.
No utilices una esponja metálica ni polvo de fregar. Nunca sumerjas el dispositivo en agua.



1) Si aparece "Lo" en la pantalla, significa que queda aproximadamente un 20 % de la batería. La batería debe recargarse en un plazo de 3 días. La báscula seguirá funcionando, pero puede apagarse.
2) Si la luz roja no se enciende al cargar la batería, espera 15 minutos. Si después de 15 minutos la batería sigue sin encenderse, comprueba el estado y el funcionamiento de los siguientes elementos: el cable de carga USB, el bloque EPS, el conector USB de la báscula y la toma de corriente. Si el problema persiste, ponte en contacto con el servicio de atención al cliente.
3) La batería puede dañarse por un exceso de calor. Para conservar la batería, utiliza y guarda la báscula en un entorno con una temperatura de entre 15 ºC y 35 °C.
4) Desenchufa la báscula una vez cargada.
Por último, intenta pesarte siempre en las mismas condiciones, ya que durante el día la variación del peso puede ser superior a 1 kg. Es mejor que te peses por la mañana, con el estómago vacío, con la menor cantidad de ropa posible y al menos 15 minutos después de despertarte.
A continuación, vuelve a pesarte siguiendo estas instrucciones:
1) Comprueba que tienes los pies desnudos y limpios.
2) Mantente inmóvil sobre la báscula mirando a la pantalla LED con los pies sobre los electrodos.
3) Espera aproximadamente 15 segundos hasta que se complete la medición.
4) Si sigue sin funcionar, prueba a aplicar crema hidratante en los pies y repite la operación.
5) Si el problema persiste, haz que otra persona se suba a la báscula para comprobar que funciona correctamente.
Si tienes datos guardados en la memoria, no olvides sincronizar la báscula con el teléfono para que no los pierdas.
Se envía una corriente de baja intensidad a través del cuerpo que atraviesa fácilmente el tejido rico en agua (músculo, piel, etc.). En cambio, los tejidos pobres en agua (grasa corporal) ofrecen mayor resistencia.
Con la impedancia obtenida y utilizando ecuaciones que tienen en cuenta el peso, la estatura, el sexo y la edad, se pueden calcular los diferentes valores de los indicadores de la composición corporal.